Descripción
Era un intruso. Un intruso en los templos del dinero y del poder, un intruso en el laberinto de los elegidos que decidió transitar con audacia. Mario Conde representó durante mucho tiempo el modelo del éxito fulgurante, del triunfador por excelencia, un personaje producto de una época marcada por la especulación y el culto a la imagen. Sin embargo, la fascinación que ejerció sobre la sociedad española se quebró en diciembre de 1993, cuando el Banco de España decidió intervenir Banesto