Descripción
Cuando Mitch McDeere quedó entre los cinco primeros de su promoción en la facultad de derecho de Harvard, las ofertas de los mejores bufetes empezaron a llover de todos los rincones de Estados Unidos. El que eligió no era el más famoso pero sí muy respetado, y estaban dispuestos a satisfacer con creces los deseos de Mitch y su esposa: un sueldo que parecía multiplicarse, un BMW y una casa que jamás habría esperado poseer.