Descripción
Cuando Kathryn Harrison tenía seis meses, sus padres se divorciaron. Eran casi unos niños, pues el suyo había sido un encendido romance juvenil. Kathryn fue criada por sus abuelos y creció obsesionada por esa bella madre adolescente, y por ese padre al que sólo vio un par de veces en muchos años. Y cuando Kathryn tiene veinte años, se produce el reencuentro. El padre tiene treinta y nueve años, y tras una peculiar reunión familiar, se despide de su hija con un largo, húmedo y muy poco paternal beso. Así comienza para la joven una temporada en los infiernos, donde el incesto es una prisión excitante y atroz, un juego de poderes donde padre e hija son quizá sólo dos de los vértices de un triángulo con la mujer que los ha seducido a ambos.