Descripción
La Celestina, de Fernando de Rojas. “La Celestina” es, ante todo, un texto sorprendente y original, que ha suscitado gran variedad de interpretaciones. Todo en ella plantea problemas: autor, datación, título, género, significación, intención. Claves significativas que se nos escapan por su ambigüedad. Esta edición, destinada al lector joven, se ha permitido ciertas “licencias”: aunque se han omitido ciertas partes, se ha procurado que estas supresiones no alteren la continuidad y coherencia textuales. La peculiaridad de la obra y el ingenio de su autor permanecen íntegros.
“La Celestina” constituye todavía para la crítica literaria una obra abierta a problemas sin resolver, objeto de opiniones irreconciliablemente divididas. El modo tradicional de acercamiento a “La Celestina” ha sido generalmente el del estudio de sus personajes. Esta nueva edición pretende ahondar en cuestiones más espinosas y poco seriamente consideradas, como son el autor, la intención y el género, haciendo hincapié en ese indudable lado cómico de la obra, frecuentemente olvidado por la crítica moderna, que ha preferido dar más importancia a su aspecto trágico.
La Celestina es el nombre con el que se ha popularizado la Tragicomedia de Calisto y Melibea, atribuida a Fernando de Rojas. Su composición se remonta a los últimos años del siglo XV, durante el reinado de los Reyes Católicos en España y su extraordinario éxito editorial comenzó en el siglo XVI y continuó, con altibajos, hasta su prohibición en 1792. Por su argumento amoroso, su finalidad didáctica, la abundancia de citas de autoridad, la elección de sus personajes, su forma dialogada y su más que probable vinculación a un entorno universitario, se ha considerado a La Celestina un ejemplo sui generis de comedia humanística, aunque hay quien prefiere considerarla como un híbrido entre novela y drama. Su influencia en ambos géneros es muy notable, hasta el punto de que es posible hablar del género celestinesco en el que se incluyen tanto obras desarrolladas directamente a partir de su trama, sus personajes o sus temas, como ambientes o personajes celestinescos en comedias y novelas que, en principio, nada tienen que ver con La Celestina.